sábado, 11 de junio de 2011

Despertar con el frío, la sensación (tantas veces mentada) de escalofrío. Clima gris, perfectísimo para que las lágrimas se guarden bien al fondo del tonel. La mancha se hace enorme; y a pesar de que ahí está el trapo raspando el suelo con todas sus fuerzas, será inútil. Sin embargo, de cuando en cuando se abre la ventana, y un ligero rayo de sol (nunca bienvenido) ingresa. ¿Por qué?

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