lunes, 12 de marzo de 2012

Advenimiento

No sabe si escupir el veneno o tragárselo.
No sabe si estirar las manos o meterlas al bolsillo.
La graciosa historia del niño iracundo que sale del hogar furioso habiendo decidido no regresar jamás y que al anochecer, empujado por su estómago y algo de miedo, vuelve confundido y refunfuñando.

El barril va rodando mientras cae, va cayendo mientras rueda, y en el proceso absolutamente todo puede ocurrir. Así se rompa, seguirá rodando; así se raje, seguirá cayendo. Al final, lo más probable es que se detenga al pie de un viejo anciano, prudente y sabio, que le había dicho  al oído y antes de iniciar su recorrido: "Volverás" Porque el mundo es circular, y la vida es una sala de espejos en donde siempre se estará reflejado, así uno no quiera, así uno se esconda.

Tiempo, maestro ajedrecista que -se dice- sabe colocar las cosas en su lugar. No olvides que así como haces jaques, varias veces has perdido.



No hay comentarios: