Los genios son reconocidos, justamente, por su genialidad. Los que no podemos serlo estamos condenados gustosamente a pasar desapercibidos.
martes, 27 de abril de 2010
¿No existe?
La felicidad, esa de la que hablan los antiguos, parece convencerme cada día más de su inexistencia, o lejanía en todo caso. Tan sólo momentos efímeros, sonrisas de témpera con agua, sensaciones de cristal... Pero nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario