sábado, 24 de abril de 2010

¿Parejas y evolución?

Las parejas en la calle andan de la mano, algunas abrazadas e incluso otras sin tocarse. Es curioso verlas un momento, observarlas y tal vez observarse a uno mismo en esa situación alguna vez. Pero quién sabe qué rayos les está ocurriendo. Él, mientras la besa, mira a una hermosura pasar al lado. Ella, entró a la tienda y no deja de mirarse con uno de allí, a escondidas del novio por supuesto. Quién sabe si acaban de hacer el amor y van a relajarse aún más, o puede ser que estén peleando y disimulen, aunque eso se nota porque no se hablan o se hablan poco. También puede que ella esté pensando en terminar con él, pero la sonrisa le brota como las gotas sobre un cubo de hielo. Pero él también puede que esté pensando en otra, tal vez en la  de anoche, aquella que está en su conciencia y en la de sus amigos nada más. Las parejas, caminando en la calle, son la punta de la punta de la punta de un iceberg. Y debe ser así porque si una persona ya es complicada por defecto, imaginemos a dos juntas. Demasiado.



Es gracioso verlas besarse, pero también verlas pelear. Uno se convierte en el televidente estrella del talk show: Los besos van y vienen, las manos, las curvas; también las miradas acuchillantes, las cejas fruncidas, o uno que otro golpecillo de desesperación en medio del llanto. Todo eso une y separa más a las parejas, que incluso son parecidas en cuanto a calidad estética, al menos la gran mayoría de las veces.

Cuando ves a una chica guapa sola no sorprende que llegue detrás un hombre bienparecido. Esos que arrancan cierta envidia por la divinidad que llevan al lado, y podría pensar que a veces les gusta pasear con ellas, como exhibiendo el gran trofeo erótico obtenido. También pasa lo contrario, cuando veo mujeres feas sus novios alcanzan a parecer cierto tipo de batracios o algún otro réptil. Y eso me inclina a pensar que incluso las parejas irían conforme a la evolución del ser vivo: Primero aquellas innombrables que lucen casi tan igual a una bacteria multicelular, ni qué decir de sus hombres. Luego las batracias y reptiles, después ya llegarían las primates -que de alguna forma tienen algo más. Finalmente las sapiens sapiens avanzadas serían las más atractivas a la vista, aquellas que nos cautivan al igual que sus novios cautivan a las mujeres que los ven. En fin, las parejas parecen elegir por adaptación a alguien similar a su especie estética, debe ser por eso que chica guapa está con chico guapo y chica fea está con chico feo. Aunque, repito, no siempre se da; pero la mayoría sí.

Sería gracioso hablar de esas excepciones, es como imaginar el más fino de los terciopelos al lado de un pañito yes (y usado)... Tal vez para otra oportunidad.


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