miércoles, 24 de noviembre de 2010

Sí que lo es

En el recreo salen todos disparados. Energía que irradia chispas de luz. Pero ninguna como la de aquella niña hermosa que sobresale en el montón. Su sonrisa inigualable, sus cabellos brillantes tan dóciles como sus ojos. Y esas tiernas mejillas que parecen petalitos lloviendo del balcón donde tantas veces sube a mirar el paisaje. Belleza linda, sí que lo es, belleza de inocencia y  de audacia, de impulsos y caricias: belleza natural.

Al lado, mientras juegan, todos la miran de reojo, ellos  mueren por ella, y ellas mueren de envidia. Está bien, la envidia sirve un poco. Tienen una meta que lograr aunque difícilmente puedan alcanzarla. La niña hermosa sigue allí, tan simple y perfecta, comiendo unas gomitas, hablando con el aire, surtiéndose en el mundo

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